martes, marzo 28, 2006

Entrando en contexto

¿De qué parte de México eres?...

La cantidad de veces que he respondido esta pregunta es sin dudarlo desconocida sin embargo, cada vez que la escucho me conecto a la vida de la persona que me lo ha preguntado. Siendo de un país tan lejano, con orígenes similares en el idioma y rasgos sonoros diferentes en el habla, da ventaja para que se interesen en charlar conmigo, aparte que el uruguayo es sin duda la representación de la amabilidad.

Tengo un mes y medio en tierras 30 grados al sur del Ecuador dispuesta a experimentar la complejidad del contexto que un país con tres y medio millones de habitantes contiene y no sólo por su gente sino por sus grandes praderas, ríos y quebradas.

Entremos en contexto…
Mis primeras experiencias fueron lejanas de Montevideo.

Al norte del país se encuentra la capital del departamento de Artigas, ciudad límite con Brasil. El portuñol es el habla dominante y la samba el baile predilecto. Por más extraño que me pareció, la población de Quaraí -Brasil- y de Artigas -Uruguay- mantienen un libre paso de fronteras tanto a peatones como a transportistas.
No asimilaba que mi olvido del pasaporte en casa, no sería problema al ingresar a Brasil por el puente Internacional de la Concordia. Por cierto que mis compañeros de viaje; artesanos-uruguayos, no creían que fuera real mi preocupación. Reían sin parar.

El carnaval de Artigas, la ciudad de Salto, las aguas termales de Daymán y la Aurora -zona de encuentros OVNI- fueron los sitios del primer viaje que hice. El trayecto entre estos lugares se dio con el apoyo de camioneros y trabajadores que cruzaban la carretera por donde pedíamos “aventón”. De ida hacia el norte, la concurrencia en transporte nos facilitó llegar en un solo día al destino, pero de regreso tardamos tres días en llegar a Montevideo.

Recuerdo que el segundo día de regreso al sur, un camión con costales de arroz nos dejó a dos kilómetros de un río. El sudor y el cansancio que cargábamos junto a las mochilas, provocaron las ganas de descansar al lado del agua. Al bajar el calor del medio día, salimos a la superficie de la carretera para esperar algún transporte hacia Salto. De los 8 vehículos que pasaron en todo el día, ninguno paró. Dormimos al lado de una estancia gaucha con mugidos de vacas entre el sueño nocturno. Montevideo a los dos días se convirtió en mi caos cotidiano durante una semana.

El fin de semana siguiente partí hacia el segundo viaje que fue patrocinado por “Marulata”, un grupo que toca reggae-ska. Se presentaría en el departamento de Flores junto con “Carnosaurios” del mismo estilo musical. El camión que los transportaría hacia Trinidad la capital del departamento, le sobraba espacios así que Mingo -acordeonista del grupo- me invitó a la presentación y de paso, conocer la ciudad.
Estoy acostumbrada a que “ciudad” sea una zona urbana más grande de lo que encontré en el lugar. Por esta ignorancia es bueno salir del “rancho” donde uno nace, para disfrutar de la diversidad que caracteriza el mundo humano y natural.
En este viaje, tuve la oportunidad de dar un paseo por las grutas del palacio, el río Negro y el zoológico de la ciudad de Trinidad.

Una característica de los compañeros de viaje: Su función pública en el Instituto Nacional de la Juventud [INJU] no les propicia tener un conocimiento eco-turístico de su país ni una profundidad en los temas que discuten. Te preguntarás ¿Por qué estaba viajando con unos funcionarios públicos?
Verónica C. la responsable de Relaciones Institucionales y Comunicacionales del INJU fue quien nos invitó a este paseo otorgado por el departamento de Flores a los funcionarios que situaron un congreso en la capital. Como es de esperarse, no todos los políticos invitados asistieron al congreso y por ende asientos en el ómnibus eran desperdiciados. Los lugares visitados son hermosos, así que tendré que regresar con otro tipo en compañerismo de viaje.

Continúa la tercera semana de clases en la Universidad Católica de Montevideo. El viento frío ha deambulado por la ciudad aumentando su intensidad: se acerca el invierno y todavía no conozco el Este que es la mejor zona de playas y lagos. Posiblemente el siguiente fin de semana pueda conocer algunos lugares con la desventaja de cargar una chamarra puesta y otra en la mochila.