Porque asi es, la vida se es.
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Jung detecta que: la totalidad y la plenitud de la vida exige un equilibrio de sufrimiento y alegría. Pero, porque el sufrimiento es positivamente desagradable, preferimos naturalmente, no medir nunca para cuánto miedo o preocupación está hecho el ser humano. Se habla siempre sosegadoramente de mejorar y encontrar la mayor felicidad posible, sin pensar que la misma felicidad está envenenada si no ha cumplido la cuota de sufrimiento.
¿Cómo mantener nuestra cuota de dolor natural para mantenernos sanos?
¿Cómo hacer para no sobrepasarnos y sufrir estúpidamente?
¿Cómo hacer para no sobrepasarnos y sufrir estúpidamente?
Como Regina con su sacrificio, es un proceso de sufrimiento consciente que nos permite alcanzar nuestra sacralidad interna. Nosotros le llamamos a este proceso el “buen dolor”. ¿Qué es el buen dolor? Es el esfuerzo físico y mental que sabemos tenemos que hacer y generalmente no hacemos. Es un esfuerzo con su cuota de sufrimiento que no lastima ni lesiona a nuestro cuerpo o a nuestra mente, y que al exigirnos el rigor necesario para hacer, lo que sabemos que tenemos que hacer, se vuelve un dolor de crecimiento.
Reconocer nuestro destino, es aceptar cubrir de manera natural, nuestra cuota de buen dolor.
¿Cuál es el mal dolor? El que rasga, rompe deteriora, lastima, mutila, ensucia nuestro cuerpo y nuestra mente. Este tipo de dolor o esfuerzo equivocado generalmente aparece por las causas primordiales: la primera por el exceso de rigor, como consecuencia de un mal entendimiento de hasta donde debemos presionar nuestro cuerpo y nuestra mente (voracidad); y la segunda es por apatía: al no hacer nada, permitimos que la energía retrógrada nos arrastre a estados de suciedad mental y física. En conclusión, o me excedo en el esfuerzo y me lesiono, o no hago ningún esfuerzo y e hundo en la depresión del movimiento involutivo.
Estar despiertos es darnos cuenta de que la vida se trata de “sólo estar un rato aquí”, de tal suerte que si no nos comprendemos con la pasión que sostiene al baile del caldo cósmico en el que todos nos estamos cocinando, la vida pierde sentido y se enferma.
La información sin la acción no tiene efecto.
-Nicolás Núñez. Regina, Su teatralidad histórica.-
Los verdaderos guerreros, no son aquellos que ostentan la fuerza física, el poder de la violencia y la destrucción, sino los que logran equilibrar las emociones, practican la no-violencia como filosofía diaria. Son seres de luz que buscan mayor comprensión de las leyes naturales para alcanzar la armonía, la justicia, la paz, y que usan sus armas en caso excepcional, sólo cuando el honor y la integridad se encuentra en riesgo. Los guerreros son los que dan paso a la luz y aman al enemigo como a ellos mismos, como su otro yo.
-Santiago Ramírez Páez. Entre espejos y cristales-
Regina y el movimiento del 68. Treinta y tres años después. Testimonios.
Editorial Edaf, nueva era. España, 2002.
Editorial Edaf, nueva era. España, 2002.