martes, febrero 07, 2012

Manos de Tierra



 -¿Y qué vas a hacer allá?- me preguntan curios@s al saber de mi partida a Centroamérica.
-Iré a conocer más realidades- pienso.
Después trato de explicar...

A partir del 5 de marzo buscaré aprender con sudor y espíritu, en el camino del trabajo campesino y desde mi corazón y mente sumarme a las acciones por la protección de las semillas y conocimientos ancestrales en la relación con la tierra. Planeo cruzar de Guatemala hasta Colombia vinculada -en compromiso y afecto- con el Movimiento Agroecológico de América Latina y el Caribe [MAELA] que me abrió su confianza desde el 2008 para apoyarlos en difundir sus noticias y pronunciamientos. 

Encuentro del maíz 2011, 
Ixtlahuacán de los Membrillos, Jalisco. México
Foto: Karenina Casarín


Ante el acaparamiento y la injusta necesidad de materializar a la naturaleza, diversos corazones enfocamos nuestra manera de vivir hacia una armonía con todo lo que nos rodea. Como decimos los nativos “por todas nuestras relaciones” con y en este mundo material. Pero es difícil lograrlo completamente porque el sistema que nos hizo olvidar de dónde venimos, no nos deja desacostumbrarnos de los empaques que contaminan, de los efectos monetarios de la crisis, de las violencias y criminalidades que nos agobian, de los miedos que nos encierran, de las enfermedades que nos alimentan, de los gobiernos que nos prometen…

Por todo esto que sigue dándome comezón, la relación que busco tener con lo que me da vida –este planeta- será enfocada aun más con su naturaleza. Busco aprender de los campesin@s lo que a mis 27 años como urbana no he experimentado: el trabajo en el campo. Para un Buen Vivir es necesario unir la fuerza social desde todos los frentes y desde que tuve la oportunidad de apoyar al MAELA en la difusión comencé a transformar mi responsabilidad de consumidora urbana a interesada en la soberanía alimentaria de la humanidad. 

He decidido partir de mi actual ritmo de vida para vincularme con experiencias que se acercan más a ese Buen Vivir en la región Centroamérica. Reflexiono sobre lo que puede suceder o lo que no se pueda lograr, también en la probable tarjeta de presentación que verán en mí y no soy, o la dosis de abrazos que mi corazón solitario necesitará cuando se encuentre en un desierto de expresiones. Probablemente disfrute de una experiencia atiborrada de alegría y armonía o quizá nubes de incomodidad se detengan en mi cielo durante días. En donde no hay duda es en mi intensión de aceptar lo que venga, por todo lo que viva y por todo lo que construya. 

Agradezco mucho a campesin@s, productor@s, indígenas, facilitadores y compañer@s urbanos en México, principalmente en Jalisco con la Red de Alternativas Sustentables Agropecuarias [RASA]; que me ayudaron a conocer, experimentar y actuar en este camino.


Encuentro del maíz 2010, 
Ixtlahuacán de los Membrillos, Jalisco. México
Foto: Karenina Casarín

Mi ignorancia aún pesa en mi forma de vida, pero mi voluntad es el ejercicio perfecto que me anima a seguir. 

Y con el pretexto perfecto de mi pasión por informar, pretendo apoyar a l@s compañer@s campesin@s del trayecto, en lo que requieran sobre comunicación y sistematización de experiencias. Hay un eje de estudio que ya les he propuesto, pero a ustedes blogger@s, no les adelantaré nada hasta que comience el andar. 

Desde este espacio virtual -y probablemente en Otramérica y un blog de La Jornada Jalisco-  les mantendré informad@s de lo que me suceda como urbana, mujer, ignorante del campo, amante de la naturaleza, respetuosa de los guardianes, atenta del instinto, aprendiz de vida, humana en transición y demás singularidades que se reproduzcan. 

A todo esto, le llamo Manos de Tierra: capítulo Centroamérica. 

Se trata de un recorrido por los países que integran el MAELA que en esta ocasión será por la región de Centroamérica. Parte de los objetivos es compartir realidades invirtiendo el esfuerzo  del cuerpo (trabajo en la tierra) la atención de la mente (para diálogos y sistematizaciones) y el tejido acostumbrado de mi propia pasión (fotografía y divulgación de la realidad) que ayuden a fortalecer el espíritu humano hacia el Buen Vivir y hacia objetivos específicos del trabajo en el MAELA. 

Este proyecto se llama “Manos de Tierra” porque no sólo el campesino toca la tierra, sino que toda la humanidad provenimos de ella, de este planeta. Este proyecto está inspirado en quienes trabajan arduamente su relación sana con la tierra, y se enfoca en ser la contraparte de aquellos seres humanos que nos enseñaron a olvidar que somos de tierra, que todo lo que hagan nuestras manos será de, por y para la tierra. 

Cualquier interés o mayores informes de este proyecto recuerden mi correo chemespa@gmail.com 


Encuentro del maíz 2009, 
Ixtlahuacán de los Membrillos, Jalisco. México