El Campamento In-formativo ciudadano es un compromiso. Por puentes de diálogo, por aperturas de conciencias, por la unión de la denuncia ciudadana y su lucha por la transformación.
El lunes 26 de noviembre en Lázaro Cárdenas, los taladros abrieron el concreto y los ciudadanos las casas de campaña. Los trabajadores comenzaron a colar pilares para el puente, y los campistas cortaron el pasto, sembraron macetas y curiosidad entre los transeúntes. Cayeron y callaron en vida los primeros árboles desde manos contratadas por empresas; mientras que manos pactadas por su pasión de vida, repartían volantes y palabras de esta campaña: Pásalo aun mejor”.
Propuestas que eliminan espacios públicos de convivencia no son alternativas para mejorar la calidad de las personas. ¿Para qué tirar lo que nos da vida en oxigeno y color? Para que el auto, principal protagonista de la mayor contaminación en el mundo siga conquistando espacios? Solo medir el CO2 generado por el automotor esclarece esta nausea. Me resisto a creer que nuestras propios inventos nos han hipnotizado, hasta creer que la necesidad individualidad vale más que la sobrevivencia humana… mundial. Es absurdo.
Vivir el campamento significa compartir con curiosos la razón de estar ahí, es traer apoyo para los que más se quedan por las noches y por los que les gusta embellecer el espacio; es proponer nuevas formas de difusión y atracción de interesados; es escuchar ofensas desde los automotores sin escuchar lo que proponemos… aunque nos acerquemos. El prejuicio de un activismo en formación, es como el trabajo de un ama de casa: no se paga y se cree que es fácil.
Seguiremos en este crucero, por las necesidades de una ciudad con movilidad urbana sustentable; porque no se gasten más de 400 millones de pesos en una construcción que no soluciona las necesidades viales de todos los que cruzamos por ahí; porque se escuche que los ciudadanos no queremos que en época de crisis no se priorice a los que ni siquiera tienen banqueta, y sí a los que en negocios exprimen la poca esperanza de trabajadores con salario mínimo o menos que eso. Seguiremos por el interés de una ciudad que caben todos los que viven ahí.
Acércate.
La curiosidad siempre brinda un regalo: el conocimiento.
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