miércoles, mayo 03, 2006

La lucha sigue...


-Las banderas son ustedes… sus cuerpos, sus huesos… su corazón- gritaba un señor al lado de las cooperativas que saldrían en la marcha frente al Palacio Legislativo el 1 de mayo. Las actividades en este día consistían en una marcha hasta el escenario ubicado en la Avenida Libertador a unas 10 cuadras para escuchar a líderes sindicales entonar el himno nacional y justificar “el festejo” del día. Pero… ¿Qué festejamos si el obrero que debe trabajar está encadenado a un tractor frente al Palacio Legislativo desde hace un año? ¿Qué se ha logrado en el país si el Frente Amplio está dividido en varios grupos por no acordar estilos y objetivos de lucha?...

Joven estudiante mexicana que apenas comprende la situación política del país encontró a personas en su andar por la marcha que se cuestionaban esto, que pedía ser escuchados por el micrófono del escenario en la Libertador y les fue impedido por ser un día de festejo y no de protesta… ¿Y qué me dicen de Miami con sus miles de manifestantes protestando el mismo día?

-¡No venimos a difundir vergüenza!- gritaba el mismo señor al pie de la marcha -¡Somos más fuertes!-

Día de otoño con el sol de lado sin quemar los rostros, centenar de puestos en las banquetas vendiendo tartas fritas, panchos, café y bizcochos. Banderas de cooperativas, partidos comunistas y del trabajo, de Huipaí y de la diversidad. Colectivos a favor de los jóvenes y de los homosexuales. ¿Acaso no era un lugar digno de saber las necesidades del pueblo? Vuelvo a mi contexto: joven mexicana aprendiendo de la vida afirmo que sí era el día.

Terminando este acto regresé al Palacio Legislativo para conocer a los obreros en protesta por las tierras. Me invitaron a cenar tartas fritas esa noche después de mi visita al acto Anarquista en la Plaza Cagancha. Lo dejaré para otro día –pense- así podré platicar más a fondo con ellos.

El Palacio Legislativo es rodeado por una enorme glorieta, a la mitad de ella se encuentra este campamento obrero cruzando toda la calle con tractores y banderas de la cooperativa. Llevan más de un año ahí y el problema no se ha solucionado. Derecho de tierra, pago de deudas por la crisis pasada y salarios mínimos son parte del conflicto.

El 1ro. de mayo terminó en la Plaza Cagancha frente a 18 de julio mientras platicaba con 4 hombres de edad avanzada que se impresionaban de mi edad, de mi interés por sus opiniones del país y de mi nacionalidad. Yo estaba impactada por lo que me decían de Uruguay, de su gente, de la cultura… de cómo se corre a la gente pobre hacia el norte de la ciudad mientras que el estatus alto vivía frente a la playa, al este.

Sé que todo país tiene sus problemáticas sociales, sus formas de exclusión y su necesidad de cambio pero saberlo de voces nacionales y con experiencia en edad me fue de gran ayuda para seguir comprendiendo el por qué cada que saben mi nacionalidad preguntan: ¿Y qué te trajo a Uruguay si nadie lo conoce en el mundo?

Por causalidad de que algún uruguayo lea esto comento: Uruguay es pequeño, con poca gente y problemas en la calidad de vida… como cada país en este planeta, pero la magia de estas tierras es irrepetible.

El silencio sabio de la cultura gaucha vuela en el campo, la esperanza vive en las calles, la existencia de sangre indígena en los corazones. Se siente la lucha por las necesidades del pueblo y no por capitalistas extranjeros, diferencio el ritmo y estilo de las palabras a lo “uruguayo” aún manipulando argentinismos, aun no entiendo todos los modismos pero tengo las sonrisas y cordialidades que me explican. Después justifican la manera de saberse parte de su tierra con el mayor orgullo.


Este es el pueblo al que veo, no a los dormidos con el sistema que ataca la mente… como en mi México… como en el mundo ávido de más almas en la esperanza sabia de la lucha.
¡Feliz día trabajadores del mundo!...

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