lunes, agosto 28, 2006

Cuatro palabras. Sólo es cuestión de resumir...

Tanto recitarlo en el sur llegué a no creerlo. México con más de cien millones de habitantes mantiene alrededor de 12 millones viviendo en la gran Guadalajara. He regresado a mis tierras nativas con la oportunidad de re-organizar una vida ya vivida. La Universidad, el trabajo, la zona de mi vivienda allegada al centro de la ciudad y su innumerable población contribuyen a mi diario vivir.
El salto de nube fue prolongado. En palabras claras, la asimilación de mi regreso. Las dos semanas y media que aventajé al tiempo mexicano fueron incoherentes a la “tan corta vivencia de 6 meses por el sur”.
¿El motivo? Lo sé.
Allá transpiraba centenar de posibilidades nuevas, a causa del tiempo tan largo entre responsabilidad académica y otra. Esta situación me invitaba a conocer prácticas uruguayas desde perspectivas en la sociedad civil, en la calle… en los barrios. Posiblemente también tiene motivo, la libertad de movimiento a cualquier sitio, sin la disponibilidad de un reloj que marcara cierta limitación del conocimiento. O esas invitaciones de tomar mate frente a la rambla montevideana, mientras que el viento soplaba en carismáticas pinceladas de nubes.

Ahora es aquí. Aquí es ahora y posiblemente nunca tan maravilloso como el hoy.

Recuerdo… recordamos…

Vivimos… avanzamos...

En la actual nación mexicana renacen problemas en los problemas ya existentes. Me recibió esa mañana, en el avión hacia la capital, la noticia de una posible toma del aeropuerto Internacional de la ciudad de México por parte de integrantes de la Coalición Por el Bien de Todos; los activistas de la parte izquierda de nuestra política que en sus grandes pañales, se sostiene la ideología. Mi impresión desapareció conforme transcurría mi “cotidiana” forma de abordar el avión hacia Guadalajara.
¿Y qué pasó? Más bien afirmo que sigue pasando… una toma de la avenida más importante del país. Avenida Reforma situada en la ciudad de México, hoy es el suelo de un campamento por parte de los mismos activistas.

Recuerdo… recordamos

Al llegar a Buenos Aires recuerdo que el taxista comentó de la impresionante granizada que cayó días atrás. Algunos vehículos mostraban resultados del ataque descendente, pequeñas abolladuras en cofres y techos.
A dos días que regresé a la República Mexicana, la capital se cubrió de blanco por la granizada más impactantes de los últimos años… y se volvió a repetir hace un par de días.

Humanidad y naturaleza no se han llevado tan bien. No hablo únicamente por elementos de la madre naturaleza –entiéndase flora y fauna- sino por el carácter natural de llevar una vida tranquila y en paz. Sigo viajando a través del mundo que respira enfermedad y esperanza de sobre vivencia.

Trabajo en zonas de sueños y construcciones alternativas para la sociedad, vivencio la muestra de arte y la capacidad de transmitir el continuo y paciente despertar humano.

Vivimos… recordamos
Y en cuatro letras se reflejan los recuerdos como motivación y la resistencia para seguir en el presente con uno mismo y con los demás: Amor.

No hay comentarios.: